Primera Vez...
Caímos en una camita desvencijada, de sábanas sucias y gastadas, de soportes chillones por cargar a través de los años infinidad de cuerpos convulsionandose en un vaivén de secreciones y caricias pagas por adelantado. Un abanico de techo que apenas movía sus aspas, las paredes descaradadas de la habitación mostraban sus huesos de ladrillos, era un panorama devastador que nos recordaba hasta qué extremo nos puede llevar la miseria.
No pude seguir con mi exploración del lugar, sin previo aviso invadió mi boca con su lengua experta, ardiente; sus manos escudriñadoras hurgaban entre mis pantalones. !Cómo había soñado este encuentro contigo!. Los pezones de tus senos se clava cual daga afilada en mi pecho sin misericordia, siento el empuje de tu sexo húmedo al regodearse con mi pene erecto, impaciente, inexperto. Grito tu nombre, lames mi cuello, orejas, sudamos, nuestra piel salada, provocadora; me tomas sin delicadeza, a tu antojo, te penetras con mi cuerpo sin demostrar dolor ni temor, como si lo hubieses hecho miles de veces antes, mas sé que no es cierto, hoy fue la boda, !Eras virgen!.
Unidos por nuestros sexos nos abrazamos, de lamernos pasamos a los mordiscos, dices cosas que no entiendo, nos venimos!...Nos echamos boca arriba; la cama apesta, jadeando por la emoción, acalorados, pedimos tregua que no cumplimos, nos embestimos de nuevo con más fuerza, con un poco más de experiencia, te beso, ya tu boca no me emociona, miro tu cuerpo, no me gusta, cierro los ojos y pienso en ti, me entran nuevas ganas de fornicarte, de poseerte; siento haber cometido un error al venir a tu lado, no pensaré más en ello, perdón amor mío, te beso de nuevo y me subo de nuevo encima de ti, me vuelvo a venir, abro los ojos, miro a mi alrededor, no estás!, la rabia me consume, lloro, lloro de rabia coño!, de impotencia.
Miro el reloj, ya son más de las doce de la noche, la boda debió haber terminado, de seguro van camino al hotel; me pongo de pie, busco mi ropa tirada por todo el piso del cuchitril, no encuentro una de las medias, no importa, tengo que salir de aquí como sea. Me dirijo a la puerta, está cerrada apenas con un alambre enredado en un clavo doblado, escucho una voz a mi espalda:"Kat pias mesié". Oh! lo olvidaba, disculpa, indago en mis bolsillos, la miro, me sonríe mostrando sus dientes muy blancos, perfectos. Me dice:"Retonin le wouvle". Me marcho, no miro atrás, sé que ella no va a salir a despedirme. Camino por calles oscuras, vacías, peligrosas, te imagino en sus brazos en estos momentos, sacudo mi cabeza, me repito una y otra vez que no eras para mí, que nunca estarías a mi alcance. Sonrío ya pensando en el próximo sábado, me embriagaré, volveré donde la haitiana, cerraré los ojos e imaginaré que es a ti a quien le hago el amor por primera vez la noche de nuestra boda.
"Vi Ho Purgato Ancora"
Rafael Rodríguez Torres
4 comentarios:
Ay que historia tan triste.
Debe ser horrible, querer a alguien y que se case con otra persona.
Besos mushy!!!
Gracias por los comentarios y los mushy's. No me pasó tal cual, fue una recopilación de corazones rotos que hice.
Cosas pasan, cosas que no todas las veces son las que queremos que pasen. Pero nada, para alante.
Saludos
Yo cada vez me convenzo más de que muchas personas no se casan precisamente con quien aman.
Publicar un comentario